Bienvenidos al Búho Lee

martes, 20 de marzo de 2012

EL BUHO: EL BUHO: EL BUHO

EL BUHO: EL BUHO: EL BUHO
No.  8  lunes, marzo 20 del 2012

                            BUZON

Gracias a los corresponsales que  han enviado sus comentarios. Por petición directa no publico sus nombres, pero si menciono la intención de sus mensajes, que coincidencialmente tienen una misma oorientación: "LA LIVIANDAD DEL CONTENIDO"
En otras ocasiones he dicho y ahora lo confirmo. El blog lo he ideado y lo planificó para ocuparme de las cosas sencillas, simples y agradables. No estoy interesado en  profundizar en los misterios de la menrte humana o explorar las posibilidades del hombre de llegar a Marte o a Jupiter.
Quiero internarme en un mundo fácil, hacer recorridos sencillos, descomplicados, elementales. Lo complejo se lo dejo a los cientificos  o a los intelectuales que se ocupan  de esos fenómenos.
Por eso el Blog es así, sencillo, elemental, orillero.
De todas formas agradezco las comunicaciones y quedo  a la espera de  más de las mismos..
Cordialmente
Ángel Loaiza.

EN LA SEMANA ANTERIOR HABÍA QUEDADO PENDIENTE LA FINALIZACIÓN DEL CUENTO  ESCRITO POR DON HERNANDO BENAVIDES PARRA, AHORA LO CONTINUAMOS ASÍ:

EL TESORO DEL ARCO IRIS            Continuación

                 PRIMEROS DIAS

Al atardecer de la primera jornada, acampan en un paraje frondoso que por entre las hojas deja pasar los últimos rayos de sol. Después de cocinar y comer los alimentos, y dejar atada la mula para evitar que se pierda en el bosque, descansan sus cuerpos en la madre tierra. Al amancecer del segundo día y después de desayunar, emprenden camino bajo el tupido bosque. El sendero es cada vez mas angosto y al pasar por encima de un árbol caído, Pedro lanza un grito de dolor al ser mordido por una víbora, que inmediatamente mata Ramón.
¿Es muy venenosa? pregunta Pedro, mirándose la pierna.
Es de las peligrosas comenta Jorge, sacando del maletín de primeros auxilios una dosis de suero antiofidico, que aplica a su compañero.
La noche va cayendo, organizan campamento y Jorge para evitar, la infección cauteriza la herida de Pedro.
Recuperado Pedro de la mordedura, continúan durante varios dias penetrando la selva lluviosa de esa región. Al amanecer del octavo día, con sorpresa ven un claro en la selvva y al mirar al cielo ven los siete coloree del Arco Iris. El júbilo invade los corazones de los tres amigos.
            NACIMIENTO DEL ARCO IRIS
Llenos de gozo y con renovadas fuerzas los tres buscadores de tesoros, se dirigen al lugar que creen nace el Arco Iris, pero las horas pasan y el nacimiento se hace cada vez más distasnte. Pedro, aún convaleciente de su herida y con cara de incertidumbre, mira a Ramón, y este le dice: Animo Pedro ¡ Nos falta poco para llegar. ¿ Acaso has olvidado que es allí donde encontraremos el tesoro?
Jorge, al escuchar a Ramón, con firme convencimiento contesta: Hoy es nuestro día de suerte, el tesoro será nuestro.
                      EL TESORO
Al anochecer y tras muchas penalidades llegan al nacimiento del Arco Iris.
Pedro pregunta:¿ Qué les parece si organizamos campamento y esperamos hasta mañana para iniciar la excavación?
Ramón contesta: Estoy de acuerdo, no sabemos a que profundidad puede estar. Luego le pregunta a Jorge, ¿Usted que opina?
Jorge, manifiesta su conformidad y pide empezar labores a las cincoo de la mañana del día siguiente.
Al amancecer, ramón empieza la excavación. Trabajando los tres alternadaamente pasan las horas sin obtyener ningún resultado. Al atardecer la pica hábilmente manejada por Pedro rebota sonoramente al chocar en forma violenta contra algo metálico. El ruido retumba en el silencio de la selva. Los tres miran asombrados, y acto seguido se lanzan en procura del objeto que de forma redonda y color café, habrá de sacarlos de la pobreza.
Al tener el objeto en sus manos, Pedro comenta: es pesado.
Ramón mirándolo, se pregunta:¿Estará lleno de oro?
Dándole la vuelta los tres buscadores de tesoros observan que es un casco español que contiene el cráneo del que fué su último dueño.
Agobiados por el desengaño e igual de pobres que cuando iniciaron la búsqueda del nacimiento del Arco Iris, emprenden silenciosamente el regreso a sus hogares, recordando en el camino, que aquella luz que vieron en la madrugada del cuarto día de viaje, arriba del río  Truandó, bien puede tratarse de una guaca

Septiembre del 2006

      EL BÚHO Y LA POESIA

Para no olvidar una bella costumbre, dos versos de poetas caleños

De JULIO ALFONSO CACERES

Lejos de ti la senda confundida,
mi subterráneo colmenar piadoso,
la noche confundiendo su alboroso
en el llanto, en la ausencia y en la vida.

De  HÉCTOR FABIO VARELA

Desde esta breve y plácida colina
atisbo hacia ayer, miro al mañana,
y siento cómo mi ansiedad camina
bajo la luz de una ilusión temprana.