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lunes, 23 de diciembre de 2013

EDICION No. 72, martes 24 de diciembre del 2013

                                                         UNA TAREA

    El dios efímero no luchaba por la libertad, sino por la mas horrenda esclavitud. El hombre sometido por el hombre.

    Yo aconsejo la guerra sin cuartel. Háganla cuando tengan el poder. Conspiren en todas las horas apropiadas. No han de estar quietos estando bien armados. Van a tener grupos formados con el fin de hacer la guerra. Respondamos a nuestra contraparte con saña y desvergüenza.
 
    No acepto que me llamen terrorista, no acepto que ninguno de mis legionarios sean tildados de ladrones.

    Las gloria y el poder nos llegará con su estela de riqueza y ascendiente. De grandeza social e histórica

    Mientan, calumnien, acudan al desprestigio de los otros, pisoteen su dignidad. Hagan lo que tengan que hacer. Pero alcancen el poder.

                                   FESTIVIDADES

    Los colombianos queremos que la paz sea una realidad. Debemos entender que ese valor está conformado por muchos componentes, y que todos esos componentes están en  las manos y más concretamente en la voluntad de nosotros.

    Ya existe en la conciencia de la mayoría, que la guerra física no es el medio para lograr esa realización. El diálogo puede hacer más extensos los tiempos, pero ahí entra a participar la capacidad del entendimiento y la dialéctica de los argumentos.

     Otro componente es la ponderación. Todos debemos respetar los fueros, la dignidad y la autoridad. No alcanzaremos la paz sino respetamos las obligaciones. Y perdonar es una de nuestras obligaciones, y para perdonar se requiere tener actitud y comportamiento.

    El tema es muy extenso y lo más inmediato es la celebración navideña y la expectativa de un nuevo año. El "buho2011.blogspot.com" desea a todos sus lectores y amigos, felicidades para la navidad y muchas y muy buenas expectativas para el 2014.

                                            HISTORIA

                         LA NAVIDAD EN EL CALI VIEJO
                                Por: Alfondo Cobo Velasco

    Ni madre, y la tía Isabel Velasco, había recortado de las matas del jardín las flores nuevas que, colocadas en floreros, adornaban los sitios de la casa. Había rosas, azucenas blancas, claveles sangrientos y violetas lilas.

    De pronto, la casa se llenó de ruidos...Se tejían quimeras de pascua entre familiares y amistades. La música de las guitarras, tiples, bandolas, flautas y clarinetes, de los Sierras y de los Soto, y de los Sinisterras del "Aguacatal", invitaban al baile que mis abuelos iniciaban con un fenomenal bambuco seguido de don Rodolfo Martinez y la tía Isabel con un alegre pasillo. Se brindaba la pascua y el goce se hacia grande, "según me lo contaba mi difunta abuela", pues a los muchachos nos mandaban a dormir después de recibir las almendras y juguetes que nos había traído el Niño Dios. Ese día, en el alma de mi madre, en vez de las campanas de navidad cantaban las campanas de amor materno. Los ojos de los viejos se anublaban, y muchas frentes canas se abatían en la recordación; si la hora era dulce en el advenimiento, también era triste en la evocación de cariños e ingratitudes, de cosas que pasaron al olvido y de seres ausentes; de pesadumbres que volvían de nuevo, y de alegrías extintas que se habían ido para no volver jamás.

    Mi madre, que llevaba el mismo nombre del recién nacido en el pesebre, sentía hondamente la emoción del diciembre fiestero que le había traído a su primogénito, a ese hijo que ahora, sumido en la miseria humana, llora su ausencia definitiva. Su alma se asomaba a su boca hecha risa, risa cristalina y sonora. La alegría de los villancicos, y de los bambucos, y  pasillos colmaba su espíritu y cuando sus ojos abismados de ensueño, apareció la rosada porcelana de Jesús, sus manos se estremecieron en un movimiento inconsciente, acariciador, mimoso, solemne. Hubiera querido con su boca comerse a besos los ojos del niño, pero no de su niño de porcelana, me decía ella- sino del otro real y cierto, colorado y regordete, con los ojos embrujados de azul y de cabellos en tirabuzones dorados, ese niño que le trajera el amor, y que hoy- quien lo hubiera dicho- se transformó en las ruinas del Cali que se fue,...sin sus besos, sin cariños, sin atenciones familiares, sin dinero, en el otoño de la vida y sin mas esperanza que la de adivinar el 5 y 6, o una fracción de la Lotería del Valle, para escapar de la muerte por inanición, o en una celda de los asilos de beneficencia.