Bienvenidos al Búho Lee

martes, 10 de marzo de 2015

EL BÚHO LEE. martes 10 de marzo del 2015


                                          LO QUE CUESTA UN IDEAL
                                          
                                            Resumen, Ángel Contreras

    
     El ambiente en que vivía Briseida, y cómo vivía, era propicio para moldear el espíritu de un resentido social, el necesario para formar un activista de extrema izquierda. Ella nos da la pista:
    Cuando tengo nueve años, mi madre decide que empiece a trabajar en un taller. Mi padre se opone, pero económicamente hacía falta el dinero que yo ganara.
    El taller se encontraba cerca de la casa donde vivíamos, eran tres oficiales y cuatro o cinco aprendices, se hacían flecos para toallas, mantillas de manola y colchas. Los aprendices sólo hacíamos los flecos de las toallas, además debíamos llevar los fardos con las toallas a los
almacenes.
    Las oficiales nos pegaban a las aprendizas. Un día reaccioné y le di un par de tortazos a una de ellas. Inmediatamente la jefa me echó. Era más fácil encontrar aprendices que oficiales.
    Mi madre volvió a encontrar trabajo para mí en una fábrica de pañuelos.
    En los talleres se tenía la costumbre de hablar un poco picante, de hombres y de picardías. En estos sitios siempre viví con problemas.
En la fábrica de pañuelos me pegó una oficial. Yo muy gallarda, me fui a quejar a la jefa. Entonces ella también me echó. Como estaba tan flaca, me enviaron al pueblo de mi padre por seis meses. Cuando regresé mi madre no me reconoció. La estancia en ese pueblo fue una de las lagunas más felices de mi infancia, Era la primera vez que salía de casa.
    Cuando vuelvo, mi madre me manda a las máquinas Singer a que aprenda a bordar. Por ese entonces mi madre cayó enferma y me fui a trabajar a la fábrica de impermeables. Yo con mis doce años no tenía
permitido trabajar. Cerraron la fábrica. Mi madre decide que me ponga a coser, y entro en una tienda de ropa para niños en una calle típicamente judía.