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martes, 10 de septiembre de 2013

EDICIÓN No. 66, martes 10 de septiembre del 2013

               BIENVENIDO LECTOR

   LA INSPIRACIÓN.--"La inspiración no existìa. Era algo que, tal vez, guiaba las manos de escultores y pintores y dictaba imágenes y notas a los oídos de poetas y músicos, pero al novelista no lo visitaba jamás: era el desairado de las musas y estaba condenado a sustituir esa negada colaboración con terquedad, trabajo y paciencia.
                Mario Vargas Llosa.

            CONTRADICCIONES.
 La expresión que está de moda,"PAZ", todos lo invocan con esperanza.
   Eso está muy bien. Pero estará mejor cuando todos entendamos que, como experiencia de vida, la paz necesita para constituirse sòlidamente, la participación general con un aporte vital. "La Actitud"
   Mientras haya uno sólo, tan sólo uno que no haga ese aporte, el intento seguirá siendo fallido. Hay que adoptar actitudes de paz. Siendo toletantes, haciendo a un lado los sentimientos de odio, los rencores, los sentimientos de venganza y todas las reacciones que impliquen actitudes negativas. 
   Soy depositario de un buen arsenal de calendarios y percibía, equivocadamente, la actitud juvenil hacia cualquier intento en la búsqueda de la paz.
   Pero no, me he quedado con un palmo de narices, la gran mayoría de quienes alimentan sentimientos y posturas negativas hacie el ambiente de paz son los mayores de cuarenta años. Los muchachos en su inmensa mayoría andan embebidos en otros afanes. El influjo hacia la violencia a través del odio y los instintos de venganza lo ejercen los mayores.
   Ese ejército de detractores de la paz juegan entre bambalinas en asocio con los corruptos. Estos últimos son un cruce de delincuencia común y efluvios de la alta burguesia.
   En fin, todo eso hay que sacrificarlo si aspiramos a tener en algún momento, así sean muy tenúes, vientos de paz.
   Es llamativo ver y oír a personas que usufructuan las ventajas, hablar y actuar en contra de algo que nos es tan sentido a todos.

                 LA ENTREVISTA
     Por Héctor Eduardo Luna Hurtado.

   El poeta colombiano Carlos Gerardo Orjuela, natural del municipio de Bolivar-Valle del Cauca- y radicado en Cali, es el creador y organizador del concurso de poesíoa por la paz; integran el jurado los poetas Milton Fabian Solano y Eduardo Luna.

    E.L.    ¿ Carlos Gerardo, como nace la idea del concurso de  
                poesía por la paz?
   C.G.O. Inicialmente tuve la idea de crear la página de facebook 
          "Mil Poemas por la Paz de Colombia", como forma de motivar a los poetas de todo el mundo a escribir sobre la paz y apoyar los diálgos de la Habana. Pienso buscar  la forma de hacer llegar a los protagonistas de los diálogos, la mayor cantidad de poemas. Luego se me ocurrió motivar la escritura a través del concuerso.
   E:L:    ¿Quién puede participar?
   C.G.O. Podrán participar poetas de todas partes del mundo sin 
                limite de edad. Aún fuera de concurso pueden colgar sus poemas. De hecho  han seguido haciéndolo.
   E:L:    ¿Qué es para tí la Paz?
   C:G:O: La condición natural del ser humano, la esperanza del 
                porvenir, un derecho inalienable; la paz es algo que no hemos conocido los colombianos nacidos durante los últimos cincuenta o sesenta años. La paz es la primera condición para el desarrollo integral del ser, el conocimiento de la nación y el derribamiento de las fronteras que separan a los hermanos.
   E:L:     ¿Consideras el concurso como un aporte, desde la 
                poesía, a la paz de Colombia?
   C.G.O.  Hablar de paz, creer en la paz, asumir que la hemos 
                logrado. Esa fuerza de tantas manos, de tantas cabezas, de tantos corazones debe generar una enorme energía que llegará al corazón y la mente de quienes tienen en sus manos la firma de la paz definitiva para nuestro amado país.

   SHERAZADA...Una y mil Palabras.

   El ikama resonó y me ubiqué detrás de Bilal. el Profeta empezó la oración, en silencio no pude concentrarme en recitar, todavía estaba adormilado, tal vez hubiera hecho mejor la ablución, tal vez hubiera rezado suna antes, tal hubiera sido mejor rezar el fayer...
   Para evitar el sueño miré al frente, a la espalda de Bilal, llevaba apenas una tela y alcancé a ver un cardenal que terminaba en un brazo, en el cuello su piel se arrugaba en donde un viejo collar la había cortado, el rukú me hizo mirar de nuevo al piso al igual que el sayud, pero cuando me senté pude ver que la piel de los tobillos era mas clara que la del resto del cuerpo, se había regenerado después de las quemaduras.
   Había escuchado que en La Meca lo habían torturado, que le habían puesto escudos de metal al rojo vivo sobre su pecho, que lo habían arrastrado por las calles de la ciudad mientras todos se burlaban y lo escupían, que lo habían azotado hasta el desmayo; escuché que Abur Baker lo compró para salvarlo y que desde que se había curado, siempre estba al servicio del Profeta.
   Pero siempre pensé que las historias eran un poco exageradas, de nuevo nos pusimos de pie, el sueño atacó. Seguí la línea del cardenal del brazo de Bilal más adentro, a su espalda, supe con certeza que era un viejo latigazo, me entristecí, él era un hombre dulce y piadoso, de los mejores entre nosotros. En el rukú me lo imaginé caminando solo, por las calles de la ciudad, temprano en la mañana, antes que todos se despertaran, con el único propósito de llamarnos a la oración; en el sayud pensé en todas las veces que desprecié su voz despertándome y sentí ganas de llorar.
   En el último raka no pude contener las lágrimas y para cuando hice el taslim final, me hice una promesa: no volver a despreciar al almuédano que tanto se esforzaba en hacere ganar bendiciones.

               FIN.

        REFLECCIONES DE UN AGNÓSTICO 
                           Loui Echeverry.

   El cúmulo de virtudes y capacidades diversas de Dios aparece como algo altamente positivo. Pero para el mundo y el hombre que supuestamente son su creación, dichas capacidades están reñidas con las dificultades que implican lo cotidiano, el vivir de cada día. Sí, como implica su nombre y su imponderable bondad, todo lo que sucede en nuestro mundo es obra de él, no logramos racionalizar los castigos injustos que recibimos, no tanto de nuestros semejantes como de la naturaleza. los llamados actos de Dios, los cuales nos causan dolores físicos, increibes sin sabores, profundo dolor ante la muerte de nuestros seres queridos e inenarrables penurias económicas que llegan a privarnos hasta el alimento que requiere nuestro cuerpo.
   Como norma básica y elemental, las grandes religiones del mundo, con alguna probable excepción, han tomado la bondad de Dios como base de sus filosofías. Predican y enseñan a sus adeptos que su omnipotencia es tal, que en el mundo no se mueve la hoja de un árbol sin su voluntad; que ese Dios es quimicamente bueno y justo, incapaz de hacerle daño a quienes, nos dicen, somos su creación. Pero a la luz de la realidad esta aseveración está reñida con hechos y vivencias que afectan a diario a millones de seres humanos. Los ya citados actos de Dios parecen una burbuja gigante que encierra en su interior las hambrunas, las enfermedades incurables que producen tanto dolor, las muertes de inocentes causadas por actos de la naturaleza, las injusticias que tantos de sus hijos comenten contra sus hermanos y que llevan a inocentes al fatídico corredor de la muerte, en fin el gran dolor humano.
   Por lo menos una de las mayores religiones del mundo enseña que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza. Este supuesto origen del hombre, al emanar de ese ser supremo, es por definición, divino y no puede nacer con el estigma del llamado pecado original. No parece racionalizable el hecho de que si la vida que hemos recibido de Dios ha traído consigo la capacidad de reproducirnos, el medio para alcanzarlo pueda implicar pecaminosidad. Y como aquí no estamos tratando de negar ni confirmar la existencia de dicho ser superior, proponemos la teoria inversa; fue el hombre, quein en busca de un punto de apoyo que soportara su debilidad, empezó por adorar al sol y sus semejantes desde esa época empezaron a cultivar dicha adoración, hasta cuando surgieron las religiones monoteístas que terminaron por crear la palabra Dios y sus increíbles atributos.

   Continuará...