Bienvenidos al Búho Lee

martes, 12 de mayo de 2015

EL BÚHO LEE. Martes 12 de mayo del 2015




                                            LO QUE CUESTA UN IDEAL
                                           
                                             Resumen, Ángel Contreras

    Y así, a medida que pasaban los días, el costo que pagaba Briseida se hacía más pesado de llevar, Se necesitaba de una gran fuerza moral para no derrumbarse. El relato continua:
    --El primer cese carcelario que se da lo hacemos nosotras en protesta ante una comida escasísima y de mala calidad. Nos negamos a coger los platos y pedimos que viniera el director.
    Recibimos toda clase de amenazas por parte de las monjas y al final vino el director que preguntó lo que pasaba. Luego ordenó que se nos diese una lata de sardinas por cada pareja, hizo hacer una ducha y poner agua caliente.
    Nos trasladaron de cárcel. En el tren la norma era ir esposadas y en cada prisión donde entrábamos, aunque fuera en tránsito, hacerte una ficha, cachearte y ponerte en la celda de aislamiento. Nos llevaron por cárceles espantosas, nos metieron en mazmorras frías y húmedas, cuando llegamos a las Ventas, nos asombramos porque había unos pasillos largos con mosaicos blancos y negros muy limpios, ventanas altas y el sol entraba a raudales.
    A las que llegaban las aislaban por una semana, por si alguna llevaba enfermedad contagiosa, a nosotras nos pusieron en esa condición. En los sótanos estaba la galería de las penadas a muerte. Estoy hablando del 42-43-44 y 45. Pero en el 39 y el 40 fusilaban delante de las
tapias que limitaban con el cementerio.
    En esa prisión conocí a la hermana Serafina, una mujer alta, delgada; una alemana muy guapa, fría  y muy calculadora, de unos ojos azules muy
bonitos, y mala como ella sola. No he visto nunca a una persona más mala.