EL TANGO y la DANZA
Ángel Contreras
El hombre que bailó el recién nacido “Tango” no era un “compadrito”. Los compadritos (del tango) vendrían después cuando el tango pisara más ciudad. Tal hombre de los corrales viejos, endomingado, usaba chambergo de copa alta, pañuelo anudado “ en galleta” al cuello, chaqueta oscura, bombachas grises, botas negras
de media caña.
de media caña.
Cuando sonó la música del acordeón, el arpa y la guitarra, se dirigió a la mujer invitándola:
¿ Bailamos el tango, prienda?...
Ella entró en el abrazo, callada y gustosa, el baile tuvo el persistente enlace dormilón de la habanera, un cruce de piernas que le venía de la milonga, un relampagueante vértigo heredado del fandango, un redoble de tacones que era eco del candombe al
golpe de tambor afro.
golpe de tambor afro.
CONTINUARÁ…