MANDELA lunes 31 de octubre de 2016
ELOGIO DE LA MEMORIA
FACTOR MANDELA 29
Durante veintisiete años, Mandela había sido un famoso sutil, ahora su imagen se conocía en todos los rincones del mundo. Daba la impresión de estar en todas partes al mismo tiempo, su marcha era una fiesta gigantesca que iba de ciudad en ciudad.
. Su primera concentración fue en el estadio “Soccer City”, de allí en adelante fue un peregrinar victorioso, era el frenesí de un concierto “Pop”, con la “·pasión” de un final deportivo y el “fervor” de un acto religioso. Su inicio provocaba un arrebato y a continuación el acto
asumía un orden extraño.
Las multitudes cantaban el himno con la pulcritud de un coro profesional, como si lo hubieran practicado toda la vida. Los hombres sabían cuándo callarse para que las mujeres cantaran, y estas hacían igual.
Luego, “Un agravio a uno” y la respuesta: “Es un agravio a todos.