Bienvenidos al Búho Lee

martes, 4 de junio de 2013

Ediciòn No. 53, martes 4 de junio del 2013

      BIENVENIDO LECTOR.

   Visitas recibidas del 28 de mayo al 3 de junio del 2013,  40   Promedio diario de visitas   5.71

   VEHEMENCIA.

   Estoy recostado en la ventana, respiro hondo, a lo lejos escucho el roncar sordo de un vehículo. Carguero invisible. Y la leve charla de dos amantes, también invisibles. Veo brillar el limpido cielo sobre los tejados planos.

   He añorado durante días el silencio entre piedras, el aire saturado, el sentimiento íntimo del aislamiento del mundo.

   Esas casas silenciosas me son bien conocidas, a corta distancia se encuentra la fonda, y también la iglesia, y el río fresco y generoso, raudo en su paso.

   Y adelante, bien adelante, el campo grande y silencioso, parcos absolutos, inmóviles, sordos e indiferentes. Viajeros a la eternidad. Sólo recuerdos.

   Siempre permaneceré indeciso y encantado en esta ventana, a un paso del gran camino, donde no llega el ruido infernal ni la jerga del escáncalo.

   EL TOP DE LOS SEGUIDORES DEL BLOG

      Consuelo Rincón
      Sandra Johanna Armero V
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   NOS LEEN FUERA DE CALI 
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   EL RETO SEMANAL.

   Es divertido estar inmerso en la pequeña vorágine que se forma en torno a la confección del Blog.

   He expresado en diferentes ocasiones que el Blog es una tertulia coloquial, donde no anidan los intelectuales ni el intelectualismo. Con el ánimo de mantener vivo el equilibrio emocional, eliminé desde el comienzo el manejo del tema político partidista, así como la doctrina místico-religiosa. El blog es un espacio propicio para el pensamiento libre.

   El espacio es infinito para el libre-pensador, pero para el libre-pensador que esté dispuesto a aceptar y respetar las opiniones contrarias a sus convicciones, que se sienta en capacidad de eliminar el uso de las menciones peyorativas y las aluciones insultantes en su trato con los demás.

   No se trata de acumular criterios pasivos. ¡No!. La idea es, agrupar a los pensadores con criterios sólidos, que acepten que las ideas deben sobresalir a los temperamentos. La idea es promover la convivencia de las convicciones en un ambiente amistoso y tolerante. La pluma no es un fúsil.

   Hacer el Blog es un reto muy grato.


      TEMA DE LA PRESENTE  EDICIÓN,
                      NARRATIVA.

   RAPSODIA EN EL MIO  ( Continuación).

      --Señor, ¿usted ve televisión?
      --Ultimamente si, aunque no a toda hora.
      --¿Y ha visto algo que sea interesante o
         constructivo?
      --Así, tan especificamente no le puedo 
         responder, porque esto está ligado a los
         intereses de cada quien, pero sí creo que hay
         programas que entretienen, aunque no
         eduquen.
   --¿Usted se entretiene con la telenovela de Pablo Escobar?, ¿o se intruye y fortalece sus principios viendo el maniculiteteo que se ve en los protagonistas de novelas? No me diga que se solidariza con el consejal que participa en el Gran Hermano o con el saltimbanqui, o que se sentirá muy orgulloso si fuera alguna de sus hermanas o tal vez una hija, las manoseadas que sastifagan el morbo de los productores que se las gozan sin mostrar la cara?.

   Cuando el diálogo llegó a este punto, miramos a nuestro alrededor y vimos que había muy pocas personas, esperamos llegar a la estación siguiente para cambiar de bus y regresar. El tiempo habìa transcurrido y no nos dimos cuenta que la hora del almuerzo habìa pasado hacía rato.

   Al cambiar de bus, volvimos a ocupar dos sillas contigüas. Mi compañera de viaje, en esta oportunidad, quedo a la izquierda. Por largo trecho no hablamos. Yo centré mi atención en lo que sucedía al rededor. Aspiraba a registrar algún hecho trascendental y por un momento olvidé a mi ocasional interlocutora.

   Mis pensamientos volaban a muchos pies de altura. De repente sentí que una mano se apoyaba en mi antebrazo izquierdo, casi que sensualmente.

   Señor, señor, llamó mi atención. ¿ve usted a ese moreno que está parado junto a la puerta?
   --Sí, ¿el que lleva la franela roja?
   --Sí, ése, y más adelante, ¿ve a esa muchacha 
      de minifalda blanca?.
   --¿la del busto abundante?
   --Sí, la misma.
   --¿Què pasa con ellos?
   --Hace unos días, en un bus de estos mismos me 
      patié el alboroto que formó un señor por el 
      robo de su billetera y su celular.
   --No me diga. ¿Y que tiene que ver con ese rollo
      la pareja que me mostró?
   --Pues que son los mismos que vi ese día en el 
      bus.
   ¿Y nadie los agarró?
   --No porque el perjudicado sólo se dió cuenta 
      una estación después de donde la pareja se 
      había quedado.¡ya era tarde!
   --Pero, ¿cómo explica usted su afirmación?
   --Mire, ilustre caballero, la muchacha ubica a
      su victima, que por lo general es un hombre
      maduro, y busca la forma de llamar su 
      atención con la tentación que despierta su 
      trasero, que  como plus, transparenta las
      brasileras negras que lleva puestas. Con ese 
      subterfugio emboban al hombre escogido que
      a esas alturas está dominado por el morbo y
      la visión de los abundantes pectoreales. Lo 
      hacen olvidar el celular y el bolsillo. Esto se
      lo digo, porque fue la victima del atraco que 
      nos explicó a dos o tres chismosos que nos 
      quedamos, cómo él creía que lo habían bajado
      de quincena y celular.
   --Pero, no dicen que mientras estén el el bus, los
      ladrones la llevan perdida.
   --Eso es cierto, pero los que diseñaron el servicio no tuvieron en cuenta el ingenio de nuestros malandros. Ellos esperan hasta minutos antes de que el bus abra las puertas en la estación y como tienen tramada a la presa con los gluteos y el busto de la muchacha, en par minutos cogen lo de ellos y te ví.

   Mientras la señora me comentaba todos estos acontecimientos, nuestro bus había recorrido la mayor parte del trauyecto de regreso y pronto nos despedimos.

   El relato quedó casi al final, la ocasional compañera se evaporó en medio de la congestión de quienes abordaban  unas y otras desalojaban, yo no tomé los apuntes que quería y despisté el almuerzo con gaseosa y pan. Ya no tenía deseos y no busqué comida fuerte.

   Este no es un relato sensacional, es sencillamente, algo muy propio al devenir diario de la vida en la ciudad.

                FIN


       JUEGOS PELIGROSOS   (continuación)

   Nuevamente la señora entra en shock--Yo le dije que no jugara con fuego, ¿porqué no me hizo caso?, le dije que no jugara con el diablo, que esos  no eran juegos.--Esa noche la paso sedada...

   CÓMO SE JUEGA.

    Dos semanas antes...

   Susana contesta al teléfono, ¿Hola doña Edilma?. Mamá es para usted, es la mamá de Ana, Susana corre a su cuerto, toma  su maletín del colegio y saca los cuadernos, luego empieza a guardar su ropa con cuidado. Pijama y toalla que no han  de faltar. Una vez hecha la maleta, a lavarse las manos para cenar. Mientras comía, miraba el reloj impaciente--sobra decirle que se tiene que portar muy bien en la casa de Ana, nada de acostarse tan tarde. Termina de hacer las tareas y se acuestan a dormir-- Susana sólo esperaba que el reloj marcara las siete, no prestaba mucha atención a su mamá,--si mami, sólo vamos a hacer las tareas y a conversar.

   Una vez terminado de cenar suena el pito de un carro. Susana sale despavorida a la puerta y, mientras corre, se despide de su mamá--mamá vienen a recogerme. Llegó la mamá de Ana, llevo todo, nos vemos mañana.

   Al llegar a la casa de su amiga, Susana entra con su maleta de medio lado, sin mas espera saluda al padre de Ana--buenas noches, don Pedro. De nuevo estoy aquí para quedarme en su casa. ¿Donde está Ana?--con una mirada de cariño y cordialidad. Pedro ofrece una golosina a su invitada de esa noche-- Ana está en su cuarto, ve y búscala--, Susana se dirige a la habitación como si estuviera en su casa, pues no era la primera ocasión que visitaba a su amiga, y menos la primera en quedarse una noche.

   Eran las 11.50 de la noche, Ana y Susana miran el reloj y, como si se tratara de una coreografía, Ana busca en el último cajón del closet y saca una caja, mientras tanto, Susana cierra la puerta del cuarto con llave. Susurrando y caminando en puntillas para no ser escuchadas. Apagan la luz del cuarto. Pronto una luz emerge entre tinieblas, una pequeña lámpara de mesa perfecta para la ocasión. De la caja que salió del closet emerge una tabla de color marrón, no mas de un metro de tamaño, con uas cartas y un pequeño triángulo con un cristal en el centro; la tabla tenía unas letras marcadas y unos gráficos de estrellas enlazadas entre sí, cada vez era mas fría la habitación y justo cuando el reloj marcó las doce de la media noche, Susana apoya la tabla en la cama y, como si se tratará de las mejores espíritistas, iniciaron la ceremonia--Belial, Belial, Belial; si estás en esta habitación hazte presente. Una fría brisa recorría de estas dos intrèpidas médiun, no paso mas de dos minutos cuando la voz de Susana se puso mas aguda, como la de un hombre, sus pupilas se dilataron y su piel se puso fría. Mientras Ana señala con su lámpara el rostro pálido de su compañera pregunta,--¿cuàl ritual te complace?--, una risa profunda se desprende del cuerpo de Susana,--el de la vida--

   DESENLACE

   En la tarde al regresar su hija, sin mas preámbulo, Edilma abordó a Susana y le contó que sabia de los "juegos peligrosos" que tenía con su amiga, a lo cual Susana reaccionó de muy mala manera--mamá, ¿cómo pudiste invadir mi privacidad, leer mi diario?.--Edilma con mucha autoridad le mostró a su hija lo que había encontrado en internet, le mostró quien era Belial. En ese momento Susana entendió las motivaciones de su madre y se puso a llorar--lo haciamos como un juego y creiamos que Belial era un amigo que nos cuidaba, nos aconsejaba, sólo a cambio de ciertos juegos, se abrazaron llorando, se mirron a los ojos,¿qué tipo de juegos?, Susana no respondía, sólo pensaba...--el juego de la vida--. Ese fue el último juego que nos pidió, pero no sé de que se trata.

   Al día siguiente Edilma le preparó el desayuno a su hija, Susana se disponía a ir al colegio, pues era el último día de clases, adiós mamá, voy saliendo para el cole. Llegó a mediodia con el reporte de notas. Edilma ya conocía de antemano ese reporte. No se lo dijo pues tenía la esperanza de que su misma hija se lo dijera. Mientras preparaba el almuerzo, tenía un mal presentimiento. Dadas las 12.30 del mediodia, mientras servía a su otro hijo, Juan, llegó su hija la cual no quiso almorzar y sólo se encerro en su cuarto sin hablar con nadie. Ese sentimiento de preocupación aumentó en Edilma. Siendo las 2.40 pm. Juan el hermano mayor toca en reiteradas ocasiones la puerta del cuarto de Susana, la cual no responde. Con un mal presentimiento, Juan decide, de un golpe abrir la puerta. Pero lo que encontró, jamás se imaginó que lo vería en su vida. Edilma sólo observó a su hijo cargar a su hermana en brazos y salir corriendo de la casa, todo como un sueño difuso. Se acercó al cuarto vacío de su hija y vio en el espejo que decia ... Belial. 

               FIN