Bienvenidos al Búho Lee

domingo, 20 de mayo de 2012

EL BUHO: EL BUHO: EL BUHO: EL BUHO: EL BUHO: EL BUHO: EL BUHO: EL BUHO: EL BUHO

EL BUHO: EL BUHO: EL BUHO: EL BUHO: EL BUHO: EL BUHO: EL BUHO: EL BUHO: EL BUHO
No.  14   domingo 20 de mayo del 2012---10.23                               

SALUDO A LOS VISITANTES

Ante todo, gracias a los visitantes que leen el blog. Saber que hay quienes se interesan por enfocar la problemática cotidiana--que es complicada-- empezando por lo elemental, es reconfortante.
   El respaldo no es arrollador, pero sí es alentador. Acepto que el camino es largo y accidentado, pero no me amilano, el propósito no es asunto fácil pero tampoco imposible.
   Lo invito para que se aliste en el ejército de los decididos en buscar soluciones. Envie su colaboración a elbuholee@gmail.com aclarando que es un aporte para el blog.

   NOTA    LUCTUOSA.

   El pasado 15 de mayo murió el escritor méxicano, nacido en ciudad de Panamá, en 1928; CARLOS FUENTES,autor entre otras obras:
   La Muerte de Artemio Cruz
   Las Buenas Creencias
   Constancias
   Gringo Viejo.
   Es lamentable ver como la gente que produce gloria para la humanidad se va yendo, mientras un saldo grande de otras especies humanas, siguen medrando con mas pena que gloria.
   Paz en la tumba de Carlos Fuentes

   LANZAMIENTO

   El sábado 19 de mayo en el edificio del Centro Cultural Comfandi, se lanzó el programa " DIÁLOGOS DE CIUDAD. Un espacio para recrear la historia y la cultura local, alimentado con anécdotas, fotografias, libros, videos, revistas y todo lo que nos permita recuperar nuestro sentido de pertenencia y amor por el terruño.
   Asista y engrandezca la actividad con sus aportes.

EL BUHO  Y  LOS  POEMAS

   Del libro PATERO Y YO, de Juan Ramón Jiménez, transcribo lo siguiente:

        EL PERRO SARNOSO

   Venia, a veces, flaco y anhelante, a la casa del huerto. El pobre andaba siempre huído acostumbrado a los gritos y a las pedreas. Los mismos perros le enseñaban los colmillos. Y se iba otra vez, en el sol del mediodía, lento y triste, monte abajo.
   Aquella tarde, llegó detrás de Diana, cuando yo salía, el guarda, que en un arranque de mal corazón había sacado la escopeta, disparó contra él. No tuve tiempo de evitarlo. El mísero, con el tiro en las entrañas, gritó vertiginosamente un momento en un redondo aullido agudo y cayó muerto  bajo la acacia.
   Platero miraba al perro fijamente, erguido la cabeza. Diana, temerosa, andaba escondiéndose de uno en otro. El guarda arrepentido quizás, daba largas razones no se sabía a quien, indignándose sin poder, queriendo acallar su remordimiento. Un velo parecía enlutecer el sol, Un velo grande, como el velo pequeñito que nubló el ojo sano del perro asesinado.
   Abatidos por el viento del mar, los eucaliptos lloraban, mas reciamente cada vez hacia la tormenta en el hondo silencio aplastante que la siesta tendía por el campo aún de oro, sobre el perro muerto.

   EL  BÚHO  Y  LA  HISTORIA

   LA  MUJER  CALEÑA
   Juan Carlos Gonzáles Muñoz.

Las caleñas no son lindas tontas, son muejrcitas despiertas, alegronas, pero no nos entusiasmemos, jamás saldrán de estas tierras inteligencias femeninas cimeras, brillantes cientificas ni geniales artistas. En ello guardan auténtica identidad con el hombre caleño, de ahí la idiosincrasia hacia la mediania que transpira la ciudad todo el tiempo. El llamado "Espíritu Pandebono" del que participan las caleñas, hace de las suyas también con ellas.
   La mujer caleña es ligera como la brisa, leve, flota con sus atuendos caprichosos amparados por el viento y su sonrisa iluminada por el sol canicular. Sin hondas preocupaciones a la vista, ni trascendentalismos inútiles para ellas, la caleña es mujercita que se da silvestre; es fácil quebrar sus convicciones y dirigir su talle hacia otros horizontes, ella simplemente está ahí, sin oponer nucha resistencia. Si se trata con delicadeza, la caleña responde divinamente rindiendose a los pies del hombre.
   No estamos hablando de una tendencia al sometimiento sino de carácter, temperamento y manera de ser. El de la caleña es frágil y se quiebra fácilmente.
   Y lo anterior no es ningún despropósito, alegrona como es, simple en sus gracias, a la caleña le agrada ser chévere, sintiéndose inclinada hacia la jovialidad y la simpatia, es decir, hacia una dicha parca sin desmesuradas emociones.
   Como dulces y serviciales en el sur del país, telúricas en los santanderes, fogosas en las costas, taciturnas en el centro del país, maternales y querendonas todas las paisas, las mujeres caleñas son chéveres y simpáticas.
   Bailando se enamora a una caleña, porque ellas aman el baile y al buen bailador. La tradición sonera de esta ciudad proyecta a la mujercita de estas tierras, simpaticona y extrovertida, es decir rítmica: " Tu me das una clave, yo te mando otra. Y ahí vamos tejiendo un vaivén músical"
   En la salsa la mujer pone las caderas y los desgonces pa´un lado y pa´l otro. El hombre todos sus pies, mientras la mariposa rumba vuela por los aires y se desvanece eléctrica al ritmo de la rumba y el guaguancó.
  Nada mas que decir de las caleñas, suficiente con verlas parando el tráfico, mientras sus faldas son enarboladas por el viento.


Hasta aqui llegó la actualización No 14 del Blog en está ocasión, queda pendiente del material que tenía preparado un relato escrito por Carlos Renteria, " FLORAMARILLO", Para la actualización No. 15. Nos encontramos nuevamente el 30 de mayo. Por ahora acepten  un fuerte abrazo de mi parte.

Ángel Loaiza