ALEGATOS martes 20 de septiembre del 2016
ALEGATOS
Se podría pensar de Sancho, vigoroso por temperamento y atemperado por experiencia, rehúye a las confrontaciones inútiles no porque sea cobarde, sino porque es más cauto que don Quijote pueril y simple por naturaleza.
En la segunda parte y mientras el espíritu Sancho asciende de la realidad a la ilusión, don Quijote declina de la ilusión a la realidad. Para explicar el aspecto burlesco que hay en Sancho, Cervantes admite que sus lectores esperaban que a las figuras humildes se les diera un tratamiento satírico. Era necesario que Sancho fuera en parte sacrificado a las exigencias de la literatura para que sirviera de contraste con las elevadas aspiraciones de don Quijote.
Cervantes ofrece un cuadro realista del no sé qué y el no sé cuántos de la clase media y así saber cuál lector se siente un Sancho y cual un don Quijote