LA COMUNICACIÓN CON LOS INDIOS
El Almirante arribó a tierras americanas por casualidad. Originalmente se había encaminado a Cipango y a Catay, es decir, a la China y al Japón, lo que no pudo imaginar, fue la complejidad lingüística y humana a la que se enfrentaba, a su lado la diversidad en Europa era un juego de niños.
El Almirante llevó diez nativos a España. Se los presentó a la corte y a dos de ellos los apadrinaron los propios reyes.
Las maravillas andantes los impresionaron vivamente, hicieron cuentas y concluyeron que el futuro iba a llegar a través del mar opuesto al de ellos. No estaban equivocados.
En Europa fluyó una cantidad de oro como nunca lo habían conocido en los siglos pasados.
El padre Boyl era el capellán de confianza de los reyes, viajó a América en el segundo viaje del Almirante. Tras él iba Román Pané. Durante dos años vivieron entre la tribu Guarionex, cuya lengua era la más extendida en aquellas tierras.