CRÓNICAS    viernes 12 de agosto del 2016                                        
                                         CRÓNICAS EN DESORDEN
   Frente al laberinto idiomático de la américa precolombina, los españoles aportaban un idioma unificado, cultivando en diferentes materias y con su propio alfabeto.
   Tenía algo más que la imprenta para difundirlo: los caballos con que se trasladaban tierra adentro, los barcos capaces de navegar distancias considerables.
   Gracias a esos medios el español recorrió el laberinto, se plantó en diversos territorios, en puertos y ciudades muy distantes entre sí. Gozo en poco tiempo de una extensión que ninguna lengua había conocido jamás, un sistema revolucionario de comunicación.
 
 
 
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